La Sagrada Liturgia en el Domingo de Corpus Christi, nos lleva a contemplar los grandes dones que Nuestro Señor nos ha dejado en este Sacramento de Amor. Jesús ha querido perpetuar el memorial de su pasión, muerte y resurrección a través del santo sacrificio de la Misa; Él mismo se ha quedado realmente presente en el Santísimo Sacramento del Altar por el milagro de la transustanciación; por ello le adoramos y bendecimos por este gesto tan grande de su admirable caridad.
La Iglesia nos enseña que los antiguos sacrificios que ofrecía Israel eran un signo del verdadero y definitivo sacrificio de Cristo en la cruz. Nuestro Señor Jesucristo en el Calvario ha derramado la sangre de la nueva y eterna alianza, ahí nuestros pecados han sido perdonados, hemos sido reconciliados con el Padre, por este sacrificio se nos han abierto las puertas del cielo, podemos gozar de una vida nueva, la vida de los hijos de Dios, y creemos firmemente que cada vez que celebramos la santa Misa aquel mismo sacrificio se vuelve a hacer presente, estamos ante el memorial de la Pasión salvadora de nuestro Señor.
Hoy también recordamos el gran milagro de la transustanciación. Con esta palabra la Iglesia designa la acción por la cual, en fe, creemos que después de la consagración el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Él está realmente presente en este sacramento de amor pues dijo: “Esto es mi Cuerpo”, y también, “Esta es mi Sangre”. El Hijo amado del Padre, Aquel que se definió a sí mismo como la Verdad no miente, de ahí que con la secuencia nos recuerda “Es dogma el cristiano que el pan se convierte en carne, y lo que antes era vino, queda convertido en sangre.”. ¿Podemos ser indiferentes cuando Dios mismo está entre nosotros?
Ante este milagro de amor y gran benevolencia de nuestro Señor, no podemos sino proclamar las grandezas del Señor “Al Salvador alabemos que es nuestro pastor y guía. Alabémoslo con himnos y canciones de alegría…gustosos aclamamos a Cristo, que es nuestro pan, pues Él es el pan de vida que nos da vida inmortal” El Señor nos alimenta con este sagrado alimento, que se convierte en alimento de vida eterna, refuerza nuestra unión con Él, enciende en nosotros el fuego de su amor, con este pan del cielo que se ha hecho comida para que ellos que como peregrinos vamos rumbo a la patria celeste tenemos la confianza de avanzar y crecer a lo largo del camino, sabiendo que Cristo buen pastor nos apacienta y nos guía. La procesión que acompaña esta celebración quiere ser un signo de este caminar con nuestro Señor que quiso quedarse con nosotros.
Demos gracias a Dios por tantos beneficios que recibimos de su generosidad, seamos fieles a nuestro bautismo para vivir cada día más plenamente fieles a la alianza sellada por el Señor en la Cruz, renovemos nuestra fe en Cristo realmente presente entre nosotros y démosle toda gloria, alabanza y adoración, aprendamos queridos hermanos a devolverle amor por amor.
Oraciones para los altares durante la procesión.
- Por las familias
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Te pedimos amado Jesús por las familias de nuestra parroquia, consérvalas en la paz y la unidad, siembra armonía entre los esposos para que su amor sea la columna fundamental sobre la que se sostenga todo el hogar. Concede techo, trabajo y alimento a todos, pero sobre todo dales una fe firme, esperanza segura y un amor profundo por ti. Que los padres junto a sus hijos sean verdadera iglesia doméstica donde se florezcan las virtudes cristianas, que den un auténtico testimonio que la santidad es posible cuando se vive en comunión contigo. De modo especial te pedimos hoy por las familias que pasan tribulaciones en estos días, Señor ven en su auxilio, se Tú su consuelo y amparo. Bendice Señor, nuestra familias. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por los jóvenes
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Te pedimos amado Jesús por los jóvenes de nuestra comunidad parroquial, ayúdales a ser luz y esperanza en medio de tu Iglesia, que su fe sea lámpara que ilumina y encienda corazones contagiando la alegría del Evangelio a donde quiera que vayan, que la fuerza de tu amor les mueva a saber resistir y perseverar en la búsqueda del bien y la verdad, haz los resplandecer en virtudes y que los dones de tu Santo Espíritu se manifiesten en ellos para gloria de tu santo Nombre, hazles auténticos discípulos y misioneros tuyos para que nuestro pueblo en ti tenga vida. Te pedimos también por aquellos que se han alejado de la Iglesia, por aquellos que siguieron malos pasos y se equivocaron de camino, por aquellos que no quieren saber de ti, por los que se sienten solos, defraudados, o viven llenos de amargura. Jesús ten misericordia de ellos, reaviva en tu amor en sus corazones. Bendice Señor a nuestro jóvenes. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por los ancianos
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Te pedimos amado Jesús por nuestros ancianos, estos sabios testigos de tu amor, consérvales en fidelidad a ti y tu Evangelio, que como aquel anciano Simeón puedan contemplar tu gloria, que como aquella anciana profetiza Ana puedan proclamar tus maravillas. Que su presencia entre nosotros sea siempre aliento y esperanza, sean ellos testigos de tu amor, enséñanos a valorarlos, a saber, su reconocer el rol tan importante que sigan jugando entre nosotros, que se sepan amados. Te pedimos también por aquellos que ya no pueden acompañarnos, por aquellos que padecen soledad y enfermedad, asísteles Jesús, ten compasión de ellos y muestrales tu favor. Señor, bendice a nuestros ancianos. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos.
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por las víctimas de la violencia
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Te pedimos amado Jesús por las víctimas de todo tipo de violencia, por los que sufren a causa la guerra, la trata de personas, los abusos sexuales, el secuestro, la extorsión, la manipulación, el chantaje, y el flagelo de la violencia en los hogares ¡Jesús misericordia! Te pedimos que cesen todas esas condiciones, que se haga justicia a la víctimas, que puedan sanar las heridas que ha dejado en los corazones, Señor te pedimos paz, armonía y concordia entre todos los hombres. ¡Jesús, Hijo de Dios vivo, ¡ten piedad de nosotros!
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por los pobres
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Te pedimos amado Jesús por los pobres, por aquellos que pasan hambre, por los que viéndose limitados económicamente tienen que hacer grandes sacrificios para salir adelante, por aquellos que sienten apesadumbrados por las deudas económicas, por la falta de empleo y la incomprensión de los demás, por aquellos que tristes y cabizbajos muchas veces se refugian en el alcohol y las drogas, Señor compadécete de tu pueblo, mira a la madre soltera que busca que busca atender a sus hijos en medio de desvelos, mira al padre de familia que hace todo tipo de esfuerzos para llevar un poco de pan a su casa, mira a los niños y jóvenes en condiciones precarias buscan esforzarse en sus estudios para salir adelante, mira a la anciana que en su pobreza te enciende una vela con signo de su oración. ¡Señor ven en nuestro auxilio, date prisa en socorrernos!
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por los enfermos
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Te pedimos amado Jesús por los enfermos de nuestra parroquia, te encomendamos a aquellos que viéndose debilitados en su salud claman por un poco de alivio en medio del dolor, aquellos que muchas veces son columnas de oración en la vida de nuestra colonia, aquellos que buscan ser fieles a ti a pesar de la tentación de la desesperanza, por aquellos que tantas veces son olvidados y descartados por la sociedad, por aquellos que quizás están en un hospital y se sienten solos, te pedimos Jesús les fortalezcas, te manifiestes bondadoso ante ellos, te apiades de su enfermedad, según tu voluntad sánalos, y mientras toca hacer frente al dolor se tu su consuelo y alivio. Te lo pedimos a ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por los migrantes
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Te pedimos amado Jesús por los migrantes, por aquellos hombres y mujeres de nuestra colonia que se fueron un día buscando un futuro mejor para sus familias, por aquellos que con mucho esfuerzo y trabajo buscan sostener a sus hijos, por esos que llenos de sueños padecen sol, lluvia, desierto, frío, amenazas de delincuentes, a lo largo del camino; por esos que son vistos de menos y que viven en condiciones infrahumanas, por aquellos que han sido víctima de grupos delictivos o personas corruptas, te pedimos Señor por los que pasan tristeza, soledad, desesperación, angustias, hambre y sed. Te pedimos también por aquellos que se han estabilizado y han salido adelante, que nunca se olviden de sus raíces, que nunca olviden su fe. Jesús, Tú que conociste el drama de la migración siendo apenas un niño en brazos, te compasión de ellos”
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- En reparación por los pecados
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Amado Jesús en esta oración queremos también reparar por las ofensas cometidas contra ti, por tantas veces en que has sido olvidado en el Santísimo Sacramento del altar, por las comuniones indignas, por la indiferencia de tantos hombres y mujeres que no se conmueven ante tu santo amor, por la negligencia con que te sirven aquellos que dicen amarte, por aquellos que prefieren las vanidades y entretenimientos del mundo a pasar en tu compañía, por las veces en que se descuida el Domingo, tu día santo, por ir detrás de pasatiempos y diversiones, por las veces en que Tú no eres la prioridad, por las veces en que dejándose llevar por el orgullo y la sensualidad en sus diferentes manifestaciones es despreciado el don la gracia bautismal, por las veces en que hoy en día muchos se apartan de la fe, recibe nuestra oración, que se como incienso de calmante aroma que consuele tu Corazón herido de amor.
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por la santificación del clero y los consagrados (vocaciones)
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
Amado Jesús, queremos pedirte también con nuestra oración por los sacerdotes, te pedimos por su fidelidad, porque sepan ser hombres que aspiren a vivir una vida santa, que sean pastores según tu corazón, que celebren con devoción tus sagrados misterios, que eleven continuas plegarias implorando tu divina misericordia sobre tu pueblo santo, defiéndelos del maligno enemigos y sus secuaces, anímalos a perseverar día con día en su ministerio, que sepan encontrar en ti su amparo, que como verdaderos amigos tuyos encuentre en estar en tu presencia sus delicias, que descubran la alegría que vivieron los apóstoles contigo. Suscita de entre nuestros jóvenes abundantes vocaciones para tu servicio santo, dales un corazón generoso para responder con alegría a tu llamada. Te pedimos también por las hermanas que han consagrado a ti sus corazones en la vida religiosa, te pedimos que sean para nosotros luz profética que nos ilumine e interpele para llevar una vida según tu palabra, te pedimos que sean fieles al don que han recibido, que como esposas tuyas sepan encontrar su descanso pasando tiempo contigo en la oración, que en el ejercicio de su apostolado encuentren la dicha de comunicar el amor de su amado, también te pedimos que suscites abundantes vocaciones a la vida religiosa de entre las jóvenes de nuestra parroquia, dale un corazón dócil a tu voz, que sepan decir que sí aunque implique ir a contracorriente en este mundo, que descubran el gozo que hay en vivir consagradas a ti.
P.N. A.M. Gl.
¡Infinitamente seas alabado, mi Jesús sacramentado!
- Por la santificación de nuestra comunidad parroquial
En este último altar amado Jesús, queremos pedirte finalmente por toda nuestra comunidad parroquial, ayúdanos a llevar una vida santa, que podamos ser verdaderos discípulos a la escucha de tu Palabra, que aprendamos verdaderamente el valor de la oración, que seamos hombres y mujeres de esperanza, que sepamos amarnos los unos a los otros como Tú nos has amado, perdona nuestra culpas Jesús, danos la gracia de la conversión, que podamos llevar una vida conforme a tu voluntad, que no nos separemos jamás de ti, te adoramos, te glorificamos, te ensalzamos y alabamos tu santo Nombre, Jesús bendice a toda nuestra parroquia, a los que te hemos seguido por las calles de nuestra colonia, a los que hubieran querido estar entre nosotros pero no han podido estarlo, a nuestros familiares y amigos, a todos los creyentes y también a los no creyentes, por todos te pedimos hoy la gracia de tu santa bendición, Jesús que sepamos devolverte amor por amor. Amén.