🌿 Día 15 – El sueño del grano de arena

📖 Mateo 5,3

“Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.”

Santa Teresita se describía a sí misma como un simple grano de arena. Pequeña, casi invisible, sin fuerza ni prestigio… pero con un deseo inmenso: amar sólo a Jesús y conquistar almas para Él. En una carta a su hermana sor Inés de Jesús, le confesaba:

“El grano de arena, a pesar de su pequeñez, quiere construirse hermosas eternidades, y quiere construirlas también para las almas de los pecadores; pero ¡ay! todavía no es lo bastante pequeño ni suficientemente insignificante. El Cordero y el corderillo (haciendo alusión a ella y a su hermana) tienen que alcanzar la palma de Inés (la mártir de los primeros siglos del cristianismo); si no por la sangre, habrá de serlo por el amor… ¡He ahí el sueño del grano de arena! ¡Solo Jesús! Nada más que Él. El grano de arena es tan pequeño que, si quisiese meter en su corazón a alguien que no sea Él, ya no habría sitio para Jesús.” (Cta 54, 4 de julio de 1888)

En esta imagen sencilla y profundamente evangélica, Santa Teresita revela la grandeza del amor exclusivo y la humildad radical. No buscaba abarcarlo todo, sino contener sólo a Jesús. Su corazón deseaba ser tan pequeño, tan desprendido, que no quedara espacio para nada más que el Amor.

Esta es la lógica del Reino: no triunfar por las propias fuerzas, sino dejar que Dios lo sea todo. El grano de arena no tiene peso, no se impone, no brilla… pero en manos de Dios, puede formar eternidades. Teresita entendía que la fecundidad espiritual no depende del tamaño, sino del amor con que se ofrece la pequeñez. Su sueño no era hacer cosas grandes, sino amar inmensamente, hasta darlo todo.

Hoy, cuando el mundo valora la grandeza visible, la eficacia y el reconocimiento, la infancia espiritual nos recuerda que lo más valioso es tener un corazón vacío de todo, menos de Jesús. Quien se hace pequeño por amor, permite que Dios haga grandes cosas. Como Teresita, podemos soñar eternidades… desde la humildad del grano de arena.

🔎 Preguntas para orar:

❓ ¿Qué lugar ocupa Jesús realmente en mi corazón?

❓ ¿Hay cosas que debo soltar para que Él tenga más espacio en mi vida?

❓ ¿Estoy dispuesto a ser pequeño y oculto, si con ello puedo amar más?