Introducción
José, hijo de Jacob, es conocido por su sueños, su capacidad de discernimiento y por las pruebas que vivió a manos de sus hermanos. Su historia nos muestra cómo Dios puede transformar la envidia y la injusticia en ocasión de salvación. La vida de José es un canto a la providencia divina.
“Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo convirtió en bien” (Gn 50,20).
¿Qué nos dice la Sagrada Escritura?
José es el penúltimo hijo de Jacob, vive una serie de visiones en sueños y siendo el hijo de Raquel es amado entrañablemente por su padre, esto provoca la envidia de sus hermanos quienes traman una suerte artimañas y lo terminan vendiendo como a esclavo a unos mercaderes que van para Egipto. (Gn 37,28). Experimenta la humillación de la injusticia, el destierro y el desprecio. Sin embargo, incluso en la adversidad, la mano de Dios lo acompaña.
Llegará eventualmente a la casa de un servidor del faraón llamado Putifar, ahí será seducido por la mujer de este pero no se dejará llevar, sin embargo, en su resentimiento ella engañará a su peso y conseguirá que lo metan a la cárcel, José prefirió sufrir pero rechazar el pecado y se mantiene íntegro (Gn 39,9). Allí, Dios lo bendice con el don de interpretar sueños, que lo llevará a ser llamado eventualmente a servir directamente al faraón.
Elevado a administrador de Egipto, José salva a muchos del hambre. Cuando se reencuentra con sus hermanos que llegan buscando comida, estos no le reconocer sin embargo el patriar no guarda rencor, sino que los perdona y los acoge (Gn 45,5-8). Reconoce que todo formaba parte del plan de Dios para dar vida a su pueblo, ya que logrará que toda su familia pueda habitar en Egipto y salvarse de la hambruna que afectaba la región.
¿Qué lecciones podemos sacar?
a) Cristológicas
José es una figura que anticipa a Cristo. Fue vendido por sus hermanos por unas monedas, como Jesús traicionado por Judas. Bajó a la humillación para luego ser exaltado como salvador de su pueblo. En él se anuncia la Pascua de Cristo: la cruz que parecía derrota se convierte en triunfo, y el mal se transforma en ocasión de vida nueva. En Jesús vemos realizado plenamente lo que José experimentó: el mal nunca tiene la última palabra.
b) Moral-espiritual
José nos enseña a mantenernos firmes en la fe en medio de las pruebas. En la injusticia, en la traición y en la soledad, nunca dejó de confiar en Dios. También nosotros podemos experimentar heridas y traiciones, pero la fe nos invita a no dejarnos vencer por el rencor, sino a transformar el dolor en ocasión de crecer en amor y confianza. La fidelidad cotidiana de José es una invitación a la esperanza.
“Habéis admirado la castidad de José, considerad ahora su benignidad. A cambio del odio, él devuelve amor; y al ver a sus hermanos -a sus hermanos enemigos- y queriendo que lo reconocieran, dio testimonio de sentimientos de amor con piedad y dolor. Los besó uno a uno, y lloraba por cada uno; y bañando el cuello de los aterrados con llanto y lágrimas, lavaba con lágrimas de amor el odio de sus hermanos, a los que siempre amó, con el amor de su padre vivo y de su hermano muerto. No recordará que había sido arrojado a la cisterna para que muriera, no pieza que pusieron precio a un hermano, sino que, devolviendo bien por mal, ya entonces practicó los preceptos apostólicos, que todavía no se habían promulgado. El bienaventurado José, pensando en la dulzura del amor verdadero, con la ayuda de Dios procuró arrojar de su corazón el veneno de la envidia, del que sabía que sus hermanos habían sido heridos” (San Cesáreo de Arlés, Sermón 90, 4)
c) Doctrina social
La vida de José tiene una fuerte dimensión social. Al interpretar los sueños del faraón, organiza los bienes para enfrentar la hambruna (Gn 41,48-49). Su ejemplo nos habla de la responsabilidad de administrar con justicia los recursos, pensando en el bien común y en los más pobres. En un mundo donde muchos sufren hambre y escasez, los cristianos estamos llamados a ser buenos administradores, generosos y solidarios, buscando siempre el bien de todos.
Cita clave
📖 “Ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios lo convirtió en bien” (Gn 50,20).
Oración
🙏 Señor Jesús, Tú transformaste la cruz en vida y victoria. Danos la gracia de vivir como José, confiando en tu providencia, perdonando a quienes nos hieren y trabajando siempre por el bien común. Amén.
IMG: «José y sus hermanos» de Esteban Murillo