Introducción
Juan el Bautista es el último de los profetas y el primero de los testigos del Mesías. Su vida austera, su predicación de conversión y su valentía al anunciar la verdad lo convierten en modelo de fidelidad. Es la voz que clama en el desierto preparando el camino del Señor. “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya” (Jn 3,30).
¿Qué nos dice la Sagrada Escritura?
Hijo de Zacarías e Isabel, Juan nació como fruto de la promesa de Dios. Vivió en el desierto, llevando una vida austera, vestido con piel de camello y alimentándose de langostas y miel silvestre (Mt 3,4). Predicaba un bautismo de conversión en el Jordán, llamando al pueblo a preparar el corazón para la venida del Mesías. No se presentaba a sí mismo, sino que señalaba al que venía detrás de él: “He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29). Su valentía lo llevó a denunciar el pecado de Herodes, por lo que fue encarcelado y finalmente decapitado. Juan murió como vivió: testigo de la verdad.
¿Qué lecciones podemos sacar?
a) Cristológicas
Juan es el precursor de Cristo. Su misión fue preparar el camino, anunciar la cercanía del Reino y señalar al Cordero que quita el pecado del mundo. En él se cumple la profecía: “Yo envío mi mensajero delante de ti” (Mal 3,1). Jesús mismo lo reconoció como el mayor entre los nacidos de mujer (Mt 11,11), pero añadió que el más pequeño en el Reino de los cielos es mayor que él, porque Juan pertenece a la etapa de la espera y Cristo inaugura la plenitud. La misión de Juan se consuma en su capacidad de desaparecer para que Cristo brille. Anunció con valentía: “He ahí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Jn 1,29).
b) Moral-espiritual
La vida de Juan nos invita a la humildad y a la autenticidad. No buscó honores, sino que vivió en la sencillez del desierto, centrado en su misión. Su lema —“Es necesario que Él crezca y que yo disminuya”— nos enseña a renunciar al protagonismo y dejar que Cristo ocupe el centro. Su ejemplo nos llama a la conversión constante, a preparar el corazón para que el Señor entre en nuestra vida y a vivir con valentía la verdad del Evangelio.
«Es necesario que Cristo crezca en ti, para que progreses en su conocimiento y amor: porque cuanto más lo conoces y lo amas, tanto más crece Cristo en ti»
(Santo Tomás de Aquino, Super Evangelium Ioannis, ad loc.).
c) Doctrina social
Juan Bautista denunció los abusos de poder y llamó a la justicia social. A los publicanos les dijo que no cobraran más de lo debido, a los soldados que no extorsionaran ni abusaran de nadie (Lc 3,12-14). Su enseñanza nos recuerda que la fe no se limita al ámbito privado, sino que transforma también la vida social. Los cristianos estamos llamados a vivir la justicia, la honestidad y la verdad en todos los ámbitos, siendo luz en la vida pública.
Cita clave
“Es necesario que Él crezca y que yo disminuya” (Jn 3,30).
Oración
Señor Jesús, Cordero de Dios, haz que como Juan Bautista vivamos con humildad, preparando tu camino en los corazones y dando testimonio de la verdad en la vida personal y social. Amén.
IMG: «Juan Bautista, bautiza a Jesús» de Francisco de Goya