Martes – octava de Pascua
• Hch 2, 36-41. Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús.
• Sal 32. La misericordia del Señor llena la tierra.
• Jn 20, 11-18. He visto al Señor y ha dicho esto.
La predicación de san Pedro el día de Pentecostés provocó una fuerte impresión en aquellos que le escucharon, él les recuerda unas palabras que hemos de tener siempre presente en nuestra mente y en nuestro corazón «la promesa es para ustedes»
Cristo resucitado es el cumplimiento de las promesas hechas desde antiguo y ahora es el tiempo de abrazarlas, abrazando a Jesús a través del bautismo y la conversión.
Para los cristianos la conversión no es algo que ocurrió una sola vez en la vida, si no que es una actitud permanente y renovada. Puede ser que hayan momentos en que somos más concientes del proceso…
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