El Amor del Padre

*Predicación para un Retiro de Evangelización Fundamental

Dios ha creado todo cuanto existe, no hay nada en este mundo por casualidad, en este sentido en cuanto que es autor de todo lo creado muchos hombres y mujeres de diferentes religiones le llamen “Padre” así como se dice que un pintor es padre de su pintura o un escultor de una escultura, sin embargo, en la fe cristiana nosotros vamos más allá, Dios no sólo ha creado cuanto existe, sino que todo lo que hizo lo ha hecho bueno, así lo refiere numerosas veces el libros del Génesis, dice: “y vio Dios que era bueno”, todo lo que ha salido de las manos de Dios tiene esta bondad del origen.

Sin embargo sabemos que por envidia del Enemigo entró el pecado en el mundo, y aquella bondad original se vio manchada por el pecado, el hombre se vio herido por esta nueva situación, sin embargo Dios no le abandonó, sino que prometió a Eva que su descendencia aplastaría la cabeza de la serpiente engañadora, a la vez que proveyó de un abrigo a Adán y su mujer para que se protegieran ya que se sentían desnudos, es decir en medio del pecado, el Señor no los dejó de amar, tuvieron que asumir la consecuencia de su pecado pero no se vieron privados de su amor.

Y eso es lo primero que quiero recalcarte hermano y hermana, Dios te ama, te recibe tal y como eres, y ha pensado un plan divino de salvación, un plan divino de amor, un plan divino de eterna felicidad para ti, aún y cuando el mundo y el enemigo busca engañarnos, aún y cuando hacemos experiencia de la debilidad en nuestras caídas que nos sumen en la tristeza, Dios te continua a amar y quiere llevar a gozar de ese amor eterno.

Sin embargo en nuestra realidad actual muchos tienen dificultades en comprender este amor, la imagen que se tiene de Dios en general es muy variada, existen tantas falsas imágenes que terminan cambiando lo que en realidad es:

  • Dios comerciante: “dame que te doy”  si no te atienes a las consecuencias
  • Dios guardia de seguridad: “cuidame ahorita que voy a salir” a pesar de mis imprudencias deliberadas
  • Dios bombero o ambulancia: sólo lo llamo cuando hay un “incendio” o una “emergencia”
  • Dios ordenanza: haz esto, haz aquello
  • Dios casamentero: conseguíme novio o novia, al menos un “peor es nada”
  • Dios justiciero-policía: “haces esto o te castigo”
  • Dios bonachón: no pasa nada no importa lo que hagas
  • Dios ONG: aplicando la política de mano tendida al cual le vivimos sólo pidiendo “dame esto y esto”
  • Dios arbitro de futbol: voy acumulando y descartando goles “peco, me confieso y empato” no hay amor.
  • Dios plastilina: lo hago a mi manera
  • Y pueden haber muchas más.

Los cristianos cuando profesamos el amor de Dios, lo comprendemos en primer lugar como el amor de un Dios que es Padre para nosotros, esto fue lo que nos ha revelado Jesús, fue por ese amor que el Hijo Único fue enviado para salvarnos.

Al designar a Dios con el nombre de «Padre», el lenguaje de la fe indica principalmente dos aspectos: que Dios es origen primero de todo y autoridad transcendente y que es al mismo tiempo bondad y solicitud amorosa para todos sus hijos. Esta ternura paternal de Dios puede ser expresada también mediante la imagen de la maternidad (cf. Is 66,13; Sal 131,2) que indica más expresivamente la inmanencia de Dios, la intimidad entre Dios y su criatura. El lenguaje de la fe se sirve así de la experiencia humana de los padres que son en cierta manera los primeros representantes de Dios para el hombre. Pero esta experiencia dice también que los padres humanos son falibles y que pueden desfigurar la imagen de la paternidad y de la maternidad. Conviene recordar, entonces, que Dios transciende la distinción humana de los sexos. No es hombre ni mujer, es Dios. Transciende también la paternidad y la maternidad humanas (cf. Sal 27,10), aunque sea su origen y medida (cf. Ef3,14; Is 49,15): Nadie es padre como lo es Dios.” Catecismo de la Iglesia Católica n.239

La Paternidad de Dios viene a sanar las heridas que muchas veces el mundo actual ha sembrado en los corazones de tantos que al pensar en un padre piensan en aquel que abandona, aquel que traiciona, aquel ausente, aquel violento, aquel alcohólico, aquel mujeriego etc.

Dejame recordarte como es el amor de Dios Padre:

  • Es un amor que se abaja hasta nuestra pequeñez:

No sólo es un ser superior que creó y ha gobernado el universo, sino que te ama y me ama, que busca tu bien y mi bien, que quiere lo mejor para ti, Él viendo nuestra realidad, no es indiferente sino que se compadece y se acerca a cada uno de nosotros.

«Pero ¿puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti. Mira cómo te tengo grabado en la palma de mis manos». Is 49, 15 – 16

  • Es un amor va más allá del tiempo y del espacio:

No importa donde estés, no importa cuanto tiempo vivamos el siempre nos ama.

“Aunque se aparten los montes y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, ni vacilará mi alianza de paz, dice el que se apiada de ti, el Señor.” Is 54, 10

Es un amor incondicional:

Es decir no pone condiciones para amarnos, el tiene en la iniciativa aún en medio de las situaciones más contrarias, Él nos quiere junto a sí siempre.

«Pero Dios prueba que nos ama, en que, cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros». Rom 5,8

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aunque estábamos muertos por nuestros pecados, nos dio vida en Cristo —por gracia han sido salvados—, y con él nos resucitó y nos hizo sentar en los cielos por Cristo Jesús” Ef 2, 4-6

  • Es un amor que siempre recibe con los brazos abiertos

La famosa parábola del Hijo Pródigo nos lo recuerda, aún y cuando hayamos estado alejados mucho tiempo de su presencia, aún y cuando hubiésemos vivido muy tibiamente muestra fe, aún y cuando hubiésemos podidos haber sido enemigos suyos, si nos volvemos en nuestros caminos, Él no se dejará ganar en generosidad y nos saldrá al encuentro.

“Cuando aún estaba lejos, lo vio su padre y se compadeció. Y corriendo a su encuentro, se le echó al cuello y lo cubrió de besos” Lc 15, 21

  • Es un amor que no nos deja en nuestra miseria, es un amor que transforma:

Sabiéndonos amados por Dios, sabiéndonos amados por un Padre, nuestro corazón no puede quedar indiferente, amor saca amor, y he ahí porque nuestro corazón se suaviza y se estremece ante su amor, he ahí el origen de todo nuestro camino de conversión, me vuelvo a la casa de mi Padre porque sé que ahí soy amado, ahí soy feliz.

“Aquel día se dirá a Jerusalén: «¡No temas, Sión, no desfallezcan tus manos! El Señor, tu Dios, está en medio de ti como poderoso Salvador. Él disfrutará de ti con alegría, te renovará su amor, se regocijará en ti con canto alegre, como en los días de fiesta»” Sof 3, 16-18

Para reflexión

¿Cuál ha sido tu experiencia de Dios? ¿Cuáles han sido las imágenes que has tenido de Él?

¿Cuáles son las dificultades que has tenido al contemplar a Dios como Padre?

¿Estás dispuesto ha dejarte encontrar por su amor y ser transformado por Él?

IMG: «El hijo pródigo» de Murillo