Christus Rex

Solemnidad de Cristo Rey del Universo

Proclamar a Jesús como nuestro Rey, no es otra cosa sino anunciar su señorío sobre nuestras vidas, Él en el madero de la Cruz se adquirió Pueblo santo, que habría de gobernar con la fuerza del Amor.

Los israelitas fueron ante David reconociéndolo como el Ungido del Señor, su consagrado, en quien Dios había manifestado su gloria por sus victorias frente a los pueblos que les hacía la guerra.

Los cristianos vamos hacia Jesús como atraídos con lazos de amor, puesto que en Él no sólo reconocemos al consagrado del Señor, sino que reconocemos al mismo Dios, que asumió nuestra naturaleza humana, caminando y sufriendo con nosotros al punto de dar su vida en el madero de la Cruz para librarnos ya no de pueblos enemigos, sino de las garras del pecado y de la muerte, y nosotros estamos llamados gozar de su Reinado venciendo así al mundo, al demonio y a la carne.

Nuestro Rey se nos revela en la hora de su Pasión, llevando por corona unas espinas, por cetro unos clavos, por túnica nuestra piel y por trono la cruz. Y ahí nos ha ganado para Sí. Abriendo las puertas de su Reino a todo aquel que quiera entrar, siempre que se convierta y vuelva a Él. Tal como aquel ladrón, que sufriendo junto con Él, reconoció que podía salvarlo y darle la vida eterna, y en la hora de su agonía le dijo “Acuérdate de mí cuando estés en tu Reino”.

¡Oh hombre más dichoso, que en la hora de glorificación del Hijo de Dios pudo escuchar de sus labios aquellas palabras que nosotros anhelamos oír también en nuestra última hora “hoy estarás conmigo en el paraíso”!

¡Quien no se consolará con esta bondad infinita de este Rey, que no desdeña la suplica de aquellos que tantas veces faltamos contra Él!

Grande es nuestro Rey, que nos ha abierto las puertas del cielo, que nos ha hecho gozar de su amor y quiere que seamos sus testigos, anunciando su reinado en este mundo con una vida fiel a su voluntad.

Los cristianos por el Bautismo hemos sido hecho parte de este Pueblo que tiene por soberano al Rey de los corazones, y que goza la gracia de ser un pueblo de sacerdotes, profetas y reyes. Porque con Cristo sacerdote ofrecen sacrificios espirituales a través de sus oraciones, con Cristo profeta anuncian la Palabra de Dios en este mundo, con Cristo rey buscan llevar todo cuanto a existe a vivir conforme al plan de amor con Dios ha hecho todo.

«De todos los que han nacido de nuevo en Cristo, el signo de la cruz hace reyes, la unción del Espíritu Santo los consagra como sacerdotes, a fin de que, puesto aparte el servicio particular de nuestro ministerio, todos los cristianos espirituales y que usan de su razón se reconozcan miembros de esta raza de reyes y participantes de la función sacerdotal. ¿Qué hay, en efecto, más regio para un alma que gobernar su cuerpo en la sumisión a Dios? Y ¿qué hay más sacerdotal que consagrar a Dios una conciencia pura y ofrecer en el altar de su corazón las víctimas sin mancha de la piedad?»

San León Magno, serm. 4, 1.

IMG: Vitral de la iglesia  de san José en Toomyvara, County Tipperary, Ireland