Primer anuncio

Lunes – Octava de pascua

• Hch 2, 14.22-33. A este Jesús lo resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.
• Sal 15. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.
• Mt 28, 8-15. Comunicad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán.

Las lecturas de hoy estan en continuidad con las de ayer puesto que estamos celebrando la octava de pascua, el acontecimiento de la resurrección de Jesus es tan grande que lo festejamos por ocho dias.

San Pedro movido por el Espíritu Santo anuncia a la multitud reunida en Jerusalén por la fiesta de Pentecostés la Resurrección de Jesús, le recuerda como Él había sido reconocido por Dios y como Sus milagros y prodigios fueron signo de Su Grandeza. La muerte en la cruz no fue el fin de Jesús, al contrario, ya había sido prevista por Dios como se puede confirmar a partir de los profetas. En su discurso, san Pedro, quiere dejar claro de una vez por todas que Jesús resucitó de entre los muertos según el Plan divino de salvación.

«¡ Oíd predicar y discutir con valentía, entre la masa de enemigos, a aquel que poco antes temblaba ante la palabra de una simple sirvienta! Esta osadía es una prueba significativa de la resurrección de su Maestro, pues Pedro predica entre hombres que se burlan y se ríen de su entusiasmo (…). La calumnia no turba el espíritu de los Apóstoles; los sarcasmos no disminuyen su coraje, pues la llegada del Espíritu Santo ha hecho de ellos hombres nuevos y superiores a todas las pruebas humanas. Cuando el Espíritu Santo penetra en las almas es para elevar sus afectos y para hacer, de almas terrestres y de barro, unas almas escogidas y de un coraje intrépido (…). ¡Admirad la armonía que reina entre los Apóstoles! ¡Cómo ceden a Pedro la carga de tomar la palabra en nombre de todos! Pedro eleva la voz y habla a la muchedumbre con intrépida confianza. Tal es el coraje del hombre instrumento del Espíritu Santo (…). Igual que un carbón encendido, lejos de perder su ardor al caer sobre un montón de paja, encuentra allí la ocasión de sacar su calor, así Pedro, en contacto con el Espíritu Santo que le anima, extiende a su alrededor el fuego que le devora»

San Juan Crisóstomo, In Acta Apostolorum 4.

El salmo 15, citado en discurso kerigmático de san Pedro, nos da una hermosa perspectiva de la Resurrección, así como Jesús se abandonó en las manos del Padre, elegiendole por sobre todas las cosas a pesar de sus sufrimientos, así también hemos de abandonarnos nosotros eligiendolo a Él, viviendo nuestra vida nueva de bautizados en modo radical,digo radical porque vamos a la raíz, al amor de Dios por los hombres, que es muy diferente de ser un extremista que se olvida de sus raíces y se pierde por las ramas. Nosotros buscamos abandonarnos en el amor del Padre para morir al hombre viejo y vivir en la vida de Jesús como hijos amados de Dios.

El evangelio nos presenta como las mujeres, que humilde y valerosamente habían permanecido cerca de la cruz y que habían ido a ungir el cuerpo de la víctima, tuvieron el privilegio de ver al Señor resucitado, fueron de las primeras testigos de la Gloria de Jesús, su fidelidad fue premiada. Luego de haber sufrido junto a Cristo en su pasión comenzarán a gozar de la alegría que trae el Resucitado. El temor desaparece queda sólo la fuerza reverente del amor que testimonia su fidelidad.

«Hoy el Resucitado nos repite a nosotros, como a aquellas mujeres que habían permanecido junto a él durante la Pasión, que no tengamos miedo de convertirnos en mensajeros del anuncio de su resurrección. No tiene nada que temer quien se encuentra con Jesús resucitado y a él se encomienda dócilmente. Este es el mensaje que los cristianos están llamados a difundir hasta los últimos confines de la tierra.

El cristiano, como sabemos, no comienza a creer al aceptar una doctrina, sino tras el encuentro con una Persona, con Cristo muerto y resucitado. Queridos amigos, en nuestra existencia diaria son muchas las ocasiones que tenemos para comunicar de modo sencillo y convencido nuestra fe a los demás; así, nuestro encuentro puede despertar en ellos la fe. Y es muy urgente que los hombres y las mujeres de nuestra época conozcan y se encuentren con Jesús y, también gracias a nuestro ejemplo, se dejen conquistar por él.»

Benedicto XVI, Regina Coeli, 09 de abril de 2007

Hacia el final vemos los planes de los enemigos de Jesús para negar la grandeza del acontecimiento de su resurreccion, irónicamente también este hecho sirve de confirmación (por vía negativa) de que Cristo se ha alzado de entre los muerte. ¿Por qué tomarse tantas molestias sino hubiera sido algo importante?

Roguemos al Señor que meditando y adorando su grandeza en la Resurrección de Jesús, podamos ser iluminados por Él, para vivir en plenitud la vida nueva que nos ha dado.

Nota: la pintura es de Masolino de Panicale (s. XIV) y presenta a san Pedro predicando