Jueves – XXXI semana del TO – Año par
• Flp 3, 3-8a. Todo eso que para mí era ganancia, lo consideré pérdida a causa de Cristo.
• Sal 104. Que se alegren los que buscan al Señor.
• Lc 15, 1-10. Habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta.
Al meditar en la Liturgia de la Palabra en este día podemos ver cómo entre Jesús y Pablo parece entablarse un verdadero diálogo Corazón a corazón.
Las parábolas de la oveja y de la dracma perdida nos revelan la gran misericordia con que Dios nos trata, su iniciativa en el amar, su ternura, su bondad. En Cristo Jesús Buen Pastor, descubrimos como ha salido a nuestro encuentro cuando nos hemos desviado del camino, Él ha sanado nuestras heridas y nos lleva sobre sus hombros, en los cuales podemos ver a la Iglesia nuestra madre pues ella es su Cuerpo Místico. Jesús es la misericordia del Padre que se hizo hombre como nosotros para transformar nuestras vidas y hacernos semejantes a Él, hijos amado para gloria y alabanza de Dios. En estas parábolas descubrimos el amor personal que Dios nos tiene, nos ama a todos y a cada uno de un modo especial, el encuentro con Cristo vivo, de ojos abiertos y corazón palpitante nos lleva a recordar que este el punto de partida de nuestra fe.
“ Hoy muchos tienen una concepción limitada de la fe cristiana, porque la identifican con un mero sistema de creencias y de valores, y no tanto con la verdad de un Dios que se ha revelado en la historia, deseoso de comunicarse con el hombre de tú a tú en una relación de amor con Él. En realidad, como fundamento de toda doctrina o valor está el acontecimiento del encuentro entre el hombre y Dios en Cristo Jesús. El Cristianismo, antes que una moral o una ética, es acontecimiento del amor, es acoger a la persona de Jesús. Por ello, el cristiano y las comunidades cristianas deben ante todo mirar y hacer mirar a Cristo, verdadero Camino que conduce a Dios.” Benedicto XVI, 14 de noviembre de 2012
Al contemplar estas maravillas, las palabras de san Pablo en su carta a los filipenses resultan para nosotros un verdadero eco o más bien una respuesta del corazón del hombre al amor del Corazón de Jesús. Pablo advirtiendo de las corrientes judaizantes que se estaban inflitrando dentro de las comunidades que había evangelizado, hace ver como él tendría mucho motivo para enorgullecerse de su origen israelita, sin embargo les explica como el nuevo Pueblo de Dios se ha formado no ya por la circucisión sino por la fe en Cristo, y por tanto aquello que para él era su mayor motivo de gloria ahora lo considera en nada, en comparación del don que ha recibido del Señor. Este es el corazón de un hombre que sabiéndose amado, busca corresponder al amor. Por ello es que ha buscado de muchas maneras a lo largo de este escrito mover a los cristianos de aquella comunidad a lanzarse con mayor esmero a vivir una vida de santidad. Cuanto se ama uno se abre completamente a la voluntad del amado, a veces Jesús nos pedirá cosas que nos simpatizan, otras veces hemos de atravesar situaciones difíciles que no quisieramos, verdaderas adversidades en donde nos labrará como el cincel del escultor que va removiendo la roca para hacer descubrir el verdadero tesoro escondido que llevamos dentro, y en otras ocasiones no dejará de sorprendernos con situaciones que ni siquiera imaginábamos mostrándonos siempre la grandeza de su amor.
Que el Señor nos conceda la gracia en este día de saber corresponder a bondad y misericordia.
IMG: Imagen de Jesús Buen Pastor en el Oratorio de la Santa Cueva en Cádiz, España