Día 2 – Santa Margarita María Alacoque, apóstol del S.C.

“ Entre todos los promotores de esta excelsa devoción merece un puesto especial Santa Margarita María Alacoque, porque su celo, iluminado y ayudado por el de su director espiritual —el beato Claudio de la Colombiere—, consiguió que este culto, ya tan difundido, haya alcanzado el desarrollo que hoy suscita la admiración de los fieles cristianos, y que, por sus características de amor y reparación, se distingue de todas las demás formas de la piedad cristiana” Papa Pío XII

Santa Margarita María Alacoque fue una monja visitandina de un monasterio en Francia, que vivió entre 1647-1690, desde niña sintió una gran atracción a la unión con Jesús particularmente hacia el Santísimo Sacramento, luego de un tiempo de indecisión en la consideración de la vida consagrada por temor a dejar a su madre, finalmente entre en el monasterio de la Visitación, congregación fundada por san Franscisco de Sales y santa Juan de Chantal. Santa Margarita viviría una serie de revelaciones privadas en la que el Señor le iría manifestando el amor de su Corazón, estas situaciones sucedían habitualmente durante la Adoración Eucarística, muy reservada en estas experiencias decía no podía comentarlo hasta que bajo obediencia y guíada por san Claudio de la Colombiére pudo manifestar las cosas que vivía, a pesar de todo esto siempre buscaba vivir una vida virtuosa como las demás hermanas de su monasterio, de hecho sufriría mucho a causa de estas visiones que tenía, se dice que le dio tres armas para el combate espiritual en vistas a la santidad: una delicada conciencia pidiéndole que viviese con “simplicidad de corazón en intención recta y pura” , la obediencia en la cual insistía mucho sobre todo por su vocación de religiosa,  y la cruz, la escuela del sufrimiento por amor. Eventualmente luego de muchos sufrimientos finalmente sus revelaciones son corroboradas como un hecho de origen divino, y más tarde hacia el final de su vida será hecha por sus superioras Maestra de Novicias y será cuando de un modo especial difundirá su amor por el Corazón del Señor. Habitualmente se habla de 4 revelaciones importantes entorno a los acontecimientos que ella vivió, particular atención merece la cuarta:

Una vez mientras estaba frente al Santísimo Sacramento (era un día de la octava del Corpus Domini) recibí de mi Dios gracias extraordinarias de su Amor; me sentí movida del deseo de devolverle y de darle amor por amor. Él me dirigió estas palabras: «Tu no me puedes mostrar amor más grande que haciendo lo que tantas veces te he pedido»

Entonces descubriendo su divino Corazón me dijo: «He aquí aquel Corazón que tanto ha amado a los hombres y que nada ha ahorrado hasta desgastarse y consumarse para testimoniar a ellos su Amor. En signo de reconocimeinto, no encuentro sino de la mayor parte de ellos, ingratitudes por tantas irreverencias, sus sacrilegios y sus frialdades y los desprecios que ellos me da en este Sacramento de Amor. Pero lo que más me causa amargura es que sean también los corazones a mí consagrados los que me tratan así.

Por eso te pido que el primer viernes, después de la octava del ‘Corpus Domini’ , sea dedicada  una fiesta particular para honrar a mi Corazón, recibiendo en aquel día la santa Comunión y haciendo una enmieda de honor para reparar todos los ultrajes recibidos durante el período en que ha sido expuesto sobre los altares. Yo te prometo que mi Corazón se dilatará para efundir con abundancia las riquezas de su divino Amor sobre aquellos que le ridan este honor y procuren que ello sea rendido por otros»

En las diferentes revelaciones pueden verse las 12 promesas que clásicamente se enseñan hiciese el Corazón de Jesús a sus devotos

  1. A las almas consagradas a mi Corazón, les daré las gracias necesarias para su estado.
  2. Daré la paz a las familias.
  3. Las consolaré en todas sus aflicciones.
  4. Seré su amparo y refugio seguro durante la vida, y principalmente en la hora de la muerte.
  5. Derramaré bendiciones abundantes sobre sus empresas.
  6. Los pecadores hallarán en mi Corazón la fuente y el océano infinito de la misericordia.
  7. Las almas tibias se harán fervorosas.
  8. Las almas fervorosas se elevarán rápidamente a gran perfección.
  9. Bendeciré las casas en que la imagen de mi Sagrado Corazón esté expuesta y sea honrada.
  10. Daré a los sacerdotes la gracia de mover los corazones empedernidos.
  11. Las personas que propaguen esta devoción, tendrán escrito su nombre en mi Corazón y jamás será borrado de él.
  12. A todos los que comulguen nueve primeros viernes de mes continuos, el amor omnipotente de mi Corazón les concederá la gracia de la perseverancia final.

En santa Margarita hablar de espiritualidad del Sagrado Corazón conlleva a configurarse con Jesús a través de un continuo abandono confiado en Él, entregándose a su plan de salvación en medio de lo ordinario de su día a día, particularmente buscará siempre la reparación por las indiferencias o ultrajes que se cometen contra Él, de un modo especial en el Santísimo Sacramento, es decir, buscará corresponder al amor del Señor que muchas veces a causa del pecado no es correspondido por los hombres, se trata de amar por los que no aman, esto vendrá a ser lo que en el fondo se da a entender con la expresión “consolar” el Corazón de Cristo.

A nuestros días en medio de tanta indiferencia religiosa, cuando la vida cristiana manifestada en la participación activa en la Iglesia pasa a ser un compromiso entre otros (si queda tiempo o no hay nada mejor que hacer voy), cuando la vida de oración no existe muchas veces limitándose algunos a unos pocos momentos en la semana (pero para las series, paseos y entretenimientos hay horas), cuando tantas veces en diferentes lugares donde está Jesús presente en el Sagrario o expuesto solemnemente en el Santísimo Sacramento es abandonado (pero los centros comerciales llenos), cuando la lucha por vivir virtuosamente para corresponder a la gracia de Dios prácticamente se ha dejado a un lado, cuando la mentalidad de muchos hombres y mujeres va acomodándose a la modas pasajeras de este mundo y se va extinguiendo en ellos la fe, cuando muchos siguiendo la cultura del descarte olvidan al pobre, al anciano y al niño, al vulnerable, es entonces que Margarita María Alocoque nos recuerda que a aquellos que han hecho una experiencia personal de ojos abiertos y corazón palpitante del amor de Jesús no pueden ser indiferentes, también nosotros hemos de amar por los que no aman, consolar el Corazón de Jesús, oración, penitencia, obras de misericordia, evangelización y el propio empeño en la búsqueda de la virtud que nos hace imitar la vida de Cristo, todo es buscar corresponder a aquel que no hace sino amar a la humanidad ¿entre quien elegimos estar entre los que contristan el Corazón de Jesús como aquellos por los que lloró Jesús al contemplar la necedad que encontró en Jerusalén que no aceptaba su mensaje (Lc 19, 41) o entre los que aman y consuelan el Corazón de Jesús como los pobres y sencillos (Lc 10, 21) por los que lanzó una alabanza al Padre exultando de alegría porque abrazaban con sinceridad la Buena Nueva?