Los cristianos han visto en el arca de Alianza un anuncio del papel de Nuestra Buena Madre en la historia de la salvación.
Qué contenía está arca del Antiguo Testamento, las tablas de la Ley, el bastón de Aarón y trozos de maná, en pocas palabras los signos de la presencia y de la acción de Dios en la historia del Pueblo de Israel y del pacto que se había establecido con Él.
Por ello la bienaventurada virgen María ha Sido llamada Arca de la Nueva Alianza, porque ella ha llevado en su vientre no un signo de Dios sino al mismo Dios hecho hombre en Jesucristo. Ella lleva a su Hijo a dónde va, es en ese sentido la primera misionera como lo dicen los obispos en Aparecida, pues ella fue la primera en llevar a Jesús hasta su prima Isabel y Juan Bautista.
Ella que es el arca de la nueva Alianza también quiere entrar entre alegría y júbilo en nuestros corazones, así como la antigua arca entró en el Templo de Israel, de modo que nosotros también seamos templos en donde habite el Dios vivo. Con María siempre viene Jesús. Por ello decía San Luis María Grignon de Monfort que ella es el medio más rápido para llegar al Señor y San Maximiliano María Kolbe decía que era el puente que nos acerca al Corazón de Jesús.
De ahí viene que nosotros vayamos a ella con filial devoción, pues es el camino del amor y es camino al amor.
En el misterio que contemplamos en la solemnidad de la Asunción, ella, Nuestra Buena Madre, la primera discípula, nos quiere recordar el objeto de nuestra esperanza, la plenitud de la vida eterna que comenzó el día de nuestro bautismo y que llega a su culmen en el cielo.
La Asunta es así un estímulo para nosotros porque dónde está el Hijo esta la Madre y donde está la Madre está el Hijo, y si Jesús nos concedió el don de tan Buena Madre, también quiere que gocemos junto con ella de las riquezas del cielo.
Roguemos al Señor nos conceda la gracia de contemplar en María santísima el modelo de lo que Él quiere hacer con nuestras vidas, un alabanza para gloria de Dios Padre, como nos los dirá San Pablo en una de sus cartas.
Nota: la imagen es una pintura Bartłomiej Strobel que presenta la Asunción de María a los cielos.