Turín, 20 de octubre de 1922
Queridos socios,
En este momento grave que atraviesa nuestra Patria, nosotros católicos y especialmente nosotros estudiantes tenemos un gran deber que cumplir: la formación de nosotros mismos.
Nosotros, que por gracia de Dios somos católicos, no debemos malgastar los años más hermosos de nuestra vida, como lastimosamente lo hace tanta juventud infeliz, que se preocupa de gozar de aquellos bienes, que no traen bien, sino que dan por fruto la inmoralidad de nuestra sociedad moderna.
Nosotros debemos templarnos para estar listos a sostener las luchas que debremos ciertamente combatir para cumplir nuestro porgrama y para dar así en un no leja futuro a nuestra Patria días más alegres y una sociedad moralmente sana, pero para todo eso es necesario: la oración contínua para obtener de Dios aquella gracia sin la cual nuestras fuerzas son vanas; organización y disciplina para estar listos a la acción en el momento oportuno y en fín el sacrificio de nuestras pasiones y de nosotros mismos, porque sin eso no se puede alcanzar el objetivo.
Mientras les agredezco cuanto harán, seguramente serán recompensandos largamente en la vida, los saludo cristianamente. Y viva Jesús.
El delegado estudiantil:
Pier Giorgio Frassati*
*El Beato Pier Giorgio Frassati, vivió a inicios del siglo XX, murió a la edad de 24 años producto de poliomielitis, se caracterizó por su gran fe, su ánimo alegre y su caridad en servicio de los demás. Fue estudiante en el politécnico de Turín y alpinista. La traducción es mía.